jueves, 31 de marzo de 2011

RECOMENDACION

¡Nuestro señor Xipe ha cambiado de piel!...Fue gracias a nuestras ofrendas. Si no le hubiéramos dado nuestra sangre, si no le hubiéramos ofrecido los corazones de los cautivos, nada hubiera pasado. No habría lluvias, la tierra seguiría seca y no habría alimentos para nosotros. Por eso nunca debemos olvidar nuestros deberes con los dioses...
Empecé a cantar en voz muy baja:
Noteuh achalchiuhmama
tlacoapan a itemoya oy,
quetzal avevetl ay,
quetzal xivicoatl ay.

Mi dios carga esmeraldas de agua
viene bajando por el acueducto oy,
es un ahuehuete con plumas de quetzal ay,
es una serpiente de turquesas con plumas de quetzal ay.

Así empezó la época de lluvias. Cada veinte días hacíamos una fiesta diferente para cada uno de nuestros dioses...Cada dios tenía su propia fuerza, cada uno se encargaba de un aparte del mundo y en su tiempo cada dios mandaba y los hombres teníamos que servirlo y obedecerlo...
Entonces nos enteramos que habían llegado los españoles a nuestra tierra. No supimos mucho al principio, solo que unos hombres extraños habían venido por el mar, desde el oriente.
-Sus barcos son como casas grandes- los extraños son blancos y algunos tienen el cabello amarillo...Pero los más terribles son otros seres que vienen con ellos. Son unos venados inmensos y fuertes, con cabeza y cuerpo de hombres pero con patas de animal...
Y todos hacíamos las mismas preguntas ¿Cómo es que pudieron venir del océano? ¿Vendrían del cielo? ¿Serían dioses? ¿Cómo es que saben de nosotros? y lo más importante ¿Qué quieren de nosotros?

HUESOS DE LAGARTIJA

Esta historia nos cuenta las aventuras de Cuetzpalómitl, un joven mexica que vivió la conquista de México por los españoles. Por sus palabras conocemos la caída de Tenochtitlán ocurrida entre 1519 y 1521. Por sus ojos imaginamos la antigua ciudad y la vida antes de la Conquista. Por sus oídos escuchamos lo que su pueblo pensó de esos hombres desconocidos. En un relato ágil y dramático, Cuetzpalómitl narra cómo sobrevivió a la guerra, el hambre y las enfermedades para permanecer en su ciudad, con sus seres queridos, conociendo lo nuevo que trajeron los españoles.


Huesos de lagartija. Autor: Federico Navarrete.
Ediciones SM. Coleccion el barco de vapor. pp. 222

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